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Educación desde la dignidad Para la Nueva Humanidad

Guatemala julio 4 2020
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Por Otto Rivera, Secretario Ejecutivo de CIPRODENI.

  1. Presentación

¿Cuánto tiempo más durará el coronavirus?

Esta ha sido una de las preguntas más difíciles que nos ha tocado afrontar en los últimos días, nos la ha hecho una Niña, en un reciente diálogo sostenido para conocer sus inquietudes, miedos y angustias con relación a esta pandemia que nos toca enfrentar.

¿Qué está pasando con los Derechos de la Niñez y la Adolescencia durante el período de confinamiento? ¿Qué impacto está provocando la pandemia en la vida de las Niñas, Niños y Adolescentes? ¿De la vida anterior qué quedará y que traeremos de vuelta cuando todo esto haya pasado?

Marta Martínez Muñoz nos dice “esta es una pandemia mundial pero no afecta a todos por igual”, y tiene mucha razón.  Desde un inicio se expresó que la misma no impactaría en las y los NNA, que se trataba de un virus que afectaría a las personas de la Tercera Edad.

Hemos señalado desde un inicio que, debido a las altas tasas de desnutrición crónica y desnutrición aguda, que afectan principalmente a las Niñas y Niños de Primera Infancia, por supuesto que repercutiría en ellas y ellos, pero también por las condiciones de insalubridad y la falta de servicios básicos dentro de los hogares, el resto de Niñez y Adolescencia también se verían afectados.

Las recomendaciones habituales, en todos nuestros países, #QuédateEnCasa y lávate frecuentemente las manos con agua y jabón, no aplican en la mayoría de las familias latinoamericanas.  Quedarse en casa, cuando se tiene una, no implica tener acceso al al agua y de manera frecuente para estarse lavando las manos, del jabón que decir.

Nuestros países requieren de políticas sociales básicas, de una inversión intencionada y sostenida, dirigida a las y los NNA, de manera permanente, sostenida y paulatinamente incrementada.

COVID-19 no trajo las desigualdades sociales, pero sí ha venido a ponerlas en clara evidencia, subrayando la crisis de Derechos Humanos en la que nos encontramos.

Es por ello que estamos llamados a revisar nuestro actuar antes y durante esta crisis, en donde el futuro, como nos interpela el Profesor Alejandro Cussiánovich, no puede ser más de lo mismo.

Se trata de una crisis sanitaria que trae consigo miedo, angustia, desesperación, hambre, mayor desnutrición y desamparo en las Niñas, Niños y Adolescentes, incluso la muerte.

Este período largo de confinamiento está afectando emocionalmente a todas y todos.

Ya en el ámbito del campo de la educación, corría el mes de septiembre en el año 2015, cuando en el seno de las Naciones Unidas se asumía la Agenda de Desarrollo Sostenible, dentro de esta, el Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 4 se trazaba al año 2030, “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”

De éste, su Meta 4.5 “eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad”.

Objetivos y Metas, todas, que hoy en día, a la luz de la crisis mundial, deberán ser revisadas y replanteadas como un nuevo derrotero.

Sin duda alguna, no habíamos previsto abandonar las aulas de un día para otro, no por un virus como este.  Pero antes de su llegada al continente, millones de NNA ya estaban fuera de nuestros sistemas educativos, principalmente Niñas y Niños de Primera Infancia así como Adolescentes, con énfasis en las mujeres.

Es por ello que, en medio de esta crisis, es nuestra obligación la reconfiguración de los sistemas educativos, desde la perspectiva del enfoque de Derechos de Niñez y Adolescencia, desde una perspectiva holística e integradora.

Sabemos perfectamente bien que el contexto latinoamericano es de por si complejo, ahora aún más, que la pandemia pone en riesgo la obligatoriedad de los Estados de brindar una enseñazada grauita y de calidad.

¿Cuándo volveremos a la escuela? ¿Cuándo volveré a ver a mis amigos? Son otros dos cuestionamientos que una Niña y un Niño nos formulan, lo mismo que un adolescente nos interpela ¿Cómo mejorar la educación pública?

Otra Adolescente, esta vez de Canadá, expresa con suma preocupación que esta pandemia ha vuelto más vulnerables a las Niñas y a las Adolescentes.

Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL- nos ha advertido que, producto de COVID-19, más de 300,000 NNA se verán obligaos a trabajar, quienes estaban dentro de las escuelas, tendrán que abandonarlas para no volver jamás.

En este ejercicio colectivo de repensar la educación, las y los NNA deben de ejercer su derecho a ser escuchados, a opinar, a tomar la palabra, como nos lo recuerda el señor Luis Pedernera, Presidente del Comité de Derechos del Niño.

Se trata pues, del ejercicio de la participación protagónica, como lo ha expresado la Comisionada de Niñez y Adolescencia, señora Esmeralda Arosamena de Troitino, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH-.

2. ¿Cómo nos imaginamos la nueva educación?

En cierta ocasión pregunté al Profesor Edgar MORIN (2006) sino estábamos esperando resultados que la educación no es capaz de dar, a lo que me ha respondido: “Sin duda alguna la educación no cambiará sino se transforma primero, profunda y radicalmente, la mente y el corazón de la humanidad”.

La búsqueda incansable de la transformación educativa es lo que nos evoca el Profesor Francesco Tonucci, cuando expresa que la escuela debe interrumpir su trabajo tradicional, que no preocupe que el ciclo escolar se ha suspendido y quizá no se retomará de nuevo por varios meses más.

Debemos volver nuestra mirada a una educación desde la simplicidad, desde lo cotidiano, del descubrimiento de lo habitual, que no significa superficialidad, todo lo contrario, encontrar el sentido de lo humano, como nos invita el Profesor Humberto Maturana, en las cosas sencillas de la vida misma.   Las nuevas tareas a desarrollar están en las actividades diarias que se realizan en casa.

Porque lamentablemente, no todas y todos los NNA, cuentan con las condiciones para seguir las propuestas educativas que se les presentan.  Muchos de nuestros países, Guatemala es uno de ellos, son de los más desiguales en la contectividad a la internet, no todas y todos tienen acceso a un computador, o a tener suficientes datos para descargar y/o enviar tareas desde un teléfono móvil.

3. ¿De qué educación hablamos?

De un modelo educativo que evalúe, en un escenario posterior, lo que han ganado y han descubierto durante todo este período alejados de las aulas, las competencias y capacidades adquiridas.

Siguiendo al Profesor Tonucci, para ello se requiere un nuevo pacto, entre la familia y la escuela a nombre de la felicidad de las Niñas, Niños y Adolescentes.

Necesitamos tener persente la severidad de su sentencia: “todo lo que es homogéneo es frágil”.  Es precisamente esa visión anquilosada de la educación, que si te encuentras fuera del salón de clases significa que estás perdiendo el tiempo, la que debemos de romper.

Necesitamos generar propuestas sencillas, sensibles, con sentido, con ese sentido de lo humano de Maturana, que permita alcanzar la autonomía progresiva de sus Derechos.

Romper ese silencio sepulcral en donde sólo él o la Docente tiene la verdad absoluta, pensar en una educación abierta a todas las posibilidades, en donde no se tendrán todas las respuestas, pero si toda la fuerza y entereza para buscarlas y construirlas colectivamente.

Cada Niña, Niño y Adolescente capaz con construir su propio lenguaje, que le de esa felicidad a la que el Profesor Tonucci hace referencia.

No podemo dejar de lado, que son los primeros años los determinantes para el resto de la vida, por el tiempo que vivan, las y los NNA, he allí la vitalidad de la Primera Infancia, en donde el poder de la imaginación se tiene que estimular al máximo.

En este desafío de repensar la educación, como nos plantea la UNESCO, debemos de definir los criterios mínimos para garantizar el cumplimiento del Derecho de la Educación post pandemia.

Basándonos en el estudio hoy presentado, subrayamos: igualdad, equidad, inclusión, pertinencia, participación, calidad, se trata de un modelo educativo que permita reinvindicar desde una postura crítica, una pedagogía activa, una acción políticamente intencionada, la trasnformación de la realidad en que se encuentran inemersas las y los NNA de toda la región.

Sólo en la medida en que la igualdad real potencie la justicia social, estaremos avanzando en el camino correcto.

Se trata pues de una educación desde la dignidad para la nueva humanidad!!!

Repensar la educación va de la mano con repensar la infancia, como bien lo señala el Profesor Eduardo Bustelo, desde la óptica de la Pedagogía de la Ternura del Profesor Cussiánovich, que nos lleve a un nuevo trato, a un nuevo contrato social con ellas y ellos, tal y como nos invita el Profesor Norbeto Liwski.

Estamos en un momento crucial, este es un espacio germinal, para que nazca esa nueva humanidad, porque la fragilidad de los sistemas educativos hasta hoy día es un claro reflejo de la misma fragilidad humana, de esa vieja normalidad en donde cotidianamente se violan, vulnera y transgreden los Derechos de la Niñez y Adolescencia.

A esa vieja normalidad no queremos volver jamás.

Repensar la educación desde la complejidad humana que permita transformar mentes y corazones de todas y todos, ello implica tambén a las y los docentes, de quienes reconocemos que, en medio de esta crisis de la pandemia, un sinnúmero de ellas y ellos, están haciendo enormes esfuerzos por no dejar solas y solos a las y los NNA que unos meses atrás llenaban sus salones de clase con sus ocurrencias, alegrías, preocupaciones, sueños y aspiraciones.

Hoy, esos salones permanecen vacíos, pero no así sus corazones.

Esta difícil transición del aula física al aula virtual (Zhou et al. Citado en Cáceres Muñoz, Jorge et al. 2020), no ha terminado de consolidarse y adaptarse con la regularidad esperada, como queda evidenciado en el estudio acá presentado.

Nos obliga a reconfigurar nuestras relaciones sociales, he aquí la importancia que tiene de establecer en todos nuestros países y comunidades, Entornos Protectores de Niñez y Adolescencia, en donde la educación es uno de ellos, uno de vital importancia.

Por otro lado, este es un buen momento, un justo momento para cuestionarnos si estamos ante la progresividad o la regresividad de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, de revisar nuestros marcos teóricos, metodológicos, referenciales y políticos.

Una nueva educación para una nueva humanidad conlleva indiscutiblemente un debate epistemológico que debemos de abordar con nuestras mejores ideas y disposición.

Se trata pues del cambio de paradigma, de transitar de fábricas de “tuercas y tornillos”, como expresa el Profesor Antony Giddens, a un modelo educativo en donde las y los NNA son coprotagonistas, junto a Docentes, Familias y Comunidad, de su propio devenir.

Es la “necesaria reconfiguración de la identidad, basada en el aprendizaje de nuevas competencias en la sociedad de la información”. (Bolívar et al. 2014, citado en Cáceres Muñoz, Jorge et al. 2020).

Dentro de esta inmesa tarea, el rol docente debe ser “soporte, promotor de la resilencia, guía académico, animador, asesor emocional, garante de la organización y coherencia institucional”. (Villa Fuerte et al. 2020, citado en Cáceres Muñoz, Jorge et al. 2020).

Pero, ¿Quién acompaña y promueve la transformación docente? Ya que nos es lo mismo ser un usario individual de la tecnología, a ser un docente que se auxilia de esta para su desempeño colectivo.

La educación, modelo o sistema, puede ser generadora de desigualdades sociales, pero también puede convertirse en una herramienta eficaz para reducirlas, ser motor de cambio, de esa transformación de la cual estamos tan necesitados en toda América Latina y el Caribe.

Alli la importancia del rol docente, comprometido y transformador. (Giroux, 1988. Citado en Cáceres Muñoz, Jorge et al. 2020).

Sólo en esta medida, estarmos dando cumplimiento al precepto establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 29, literal a, “Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá esar encaminada a: Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posiblidades”.

Se trata pues, de una nueva educación para la nueva humanidad.

Muchas gracias.

Bibliografía

Bourdieu, Pierre                                 El Campo Político.  Plural Editores. Bolivia, 2001

                                                           Razones prácticas.  Sobre la teoría de la acción. Anagrama. Colección Argumentos.  Barcelona, 2003.

Bustelo, Eduardo S.                          El Recreo de la Infancia. Siglo XXI Editores. Argentina, 2007

Cáceres-Muñoz, Jorge et al.             Cierre de las escuelas y desigualdad socioeducativa en tiempos del COVID-19. Una investigación exploratoria en clave internacional. Madrid, España, 2020.

CDN                                                   Convención sobre los Derechos del Niño.  Comité de Derechos del Niño.  Organización de Naciones Unidas.  Nueva York. 1989

                                                           Observación General Número 5 “Medias Generales de Aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño. CRC/GC/2003/5, 27 de noviembre de 2003

CIDH                                                  Hacia la garantía efectiva de los derechos de niña, niños y adolescentes: Sistemas Nacionales de Protección. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Organización de Estados Americanos.  OEA/ser.L/V/II. 166 Doc. 206/17. 30 de noviembre 2017

Cussiánovich, Alejandro                    Infancia, Buen trato y Nuevo pacto social. En: Boletín 2 IInfancia. Instituto Interamericanos del Niño, Niña y Adolescente –IIN/OEA-. Segunda Época – Diciembre 2016, Montevideo.

Foucault, Michel                                Los Anormales. Fondo de Cultura Económica. México, 2002.

Liwski, Norberto                                 Apuntes para la Educación en clave de Derechos Humanos. Marzo, 2016. Argentina

La Convención sobre los Derechos del Niño. El camino del nuevo contrato social. En: Boletín 2 IInfancia. Instituto Interamericanos del Niño, Niña y Adolescente –IIN/OEA-. Segunda Época – Diciembre 2016, Montevideo.

Maturana, Humberto                         El Sentido de lo Humano. Océano. Dolmen Ediciones. Santiago de Chile, 2002

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